Por Fabio Pérez
El médico del orden digital es prueba de que buena parte de la ciencia ficción con la que crecimos se ha convertido en ciencia a secas.
Por ejemplo, la telesalud, entendida como el uso de herramientas informáticas y de comunicación para acceder a servicios sanitarios, va ganando terreno.
Veamos un caso concreto a propósito de una enfermedad crónica:
Hoy día, al paciente de diabetes le basta con deslizar sus dedos por la pantalla del celular para:
a) Acceder a su historial médico.
b) Llevar registro de comidas y medicamentos ingeridos.
c) Calcular la dosis de insulina que necesita, con base en su dieta diaria y el ejercicio que realiza.
También existen dispositivos que monitorean la presión arterial, la función pulmonar o la frecuencia cardíaca.
Toda la información generada puede transferirse a otro equipo de forma inalámbrica.
¿SALUD EN TODAS PARTES?
Gracias a la telemedicina, el médico del orden digital puede llegar a personas en comunidades rurales o en localidades aisladas.
Pacientes cuya movilidad está limitada o que viven en regiones con escasas, cuando no nulas, opciones de transporte, son otros potenciales beneficiarios de las tecnologías clínicas.
En la actualidad, hay numerosas opciones digitales para conseguir asistencia de salud.
Para el profesional sanitario, el ciberespacio representa la oportunidad de aumentar su rango de acción.
Desventaja de esta forma de proceder es la imposibilidad de auscultar al aquejado.
Esto dificulta el diagnóstico.
Del lado positivo, la telemedicina ayudaría a desahogar hospitales, clínicas y centros de salud.
Eso significa reducir:
- Tiempos de espera, como acelerar la respuesta de un especialista.
- Traslados en busca de asesoría sanitaria.
La tecnología posee potencial de sobra con miras a elevar sustancialmente el bienestar de una sociedad.
Apunta hacia llevar el auxilio contra la enfermedad a cualquier parte.
Hacerlo posible reclama, en principio, resolver cuestiones como lograr cobertura de internet en todas partes y que la gente tenga acceso a instrumentos digitales y a la red de redes.

ALUVIÓN DE RECURSOS
El ciberespacio no sólo influye en el tema de la asistencia sanitaria.
Se ha convertido en fuente de recursos para reforzar el corpus teórico del médico y mejorar su praxis.
¿Cómo?
A través de aplicaciones móviles, blogs y páginas webs especializadas.
Canales digitales enfocados a las novedades en temas de salud, sistemas de información sanitaria y revistas científicas también contribuyen.
Una opción más son los congresos médicos a través de plataformas como Zoom.
¿Y qué decir de los colegas dispersos por el globo que están en contacto a través de redes sociales?
Todo eso y más está al alcance del médico digital.

SALUD CON INTELIGENCIA… ARTIFICIAL
Hoy día, a cada momento se envían, de un extremo a otro del globo, novedades en torno a la inteligencia artificial (IA) aplicada a la medicina.
La introducción en la cotidianidad de esos programas supone el arribo de un nuevo paradigma.
De hecho, ya está cambiando la relación entre doctores, pacientes y sistemas de información.
No es descabellado aventurar que la IA ayudará a potenciar el trabajo del personal sanitario.
¿De qué forma?
Como asistentes virtuales que ayudarán a incrementar la rapidez de su labor y a elevar la calidad del servicio prestado.
Cabe mencionar que las tecnologías de comunicación facilitan el trabajo en equipo de los embajadores de la salud.
Ponen en contacto a muchos profesionales de bata blanca a la hora de diagnosticar males y definir tratamientos.
En un plano menos ambicioso, pero igual de importante, permiten que médicos familiares y generales reciban el apoyo de expertos cuando tienen dudas sobre una afección.
Esto puede resumirse en dos simples pasos:
1) El doctor de primer contacto envía su evaluación, los resultados de un examen de laboratorio, antecedentes, radiografías, etcétera, a quien domina un área específica de la salud.
2) El especialista manda su respuesta en un correo electrónico, o se enlaza mediante una videollamada, o envía un mensaje instantáneo con su parecer.
EL MARGEN DE MEJORA
La formación médica es otro ámbito donde el desarrollo tecnológico tiene injerencia.
Bases de datos, armonizadas con sistemas de consulta inteligentes, son de gran ayuda para el profesional sanitario.
Los asistentes virtuales ayudan a tener a mano conceptos, referencias y demás recursos valiosos.
Promueven que el aprendizaje de las ciencias de la salud sea versátil, continuo y móvil.
Permiten acceder a congresos en línea, asistencia digital y capacitación constante.
Representan un flujo ininterrumpido de novedades y noticias en materia clínica.
Plantean la posibilidad de intercambiar conocimientos de forma instantánea.
Todos los días, millones de personas realizan búsquedas web sobre temas de salud.
Buena parte de esos cibernautas desconoce un aspecto importante:
Los contenidos informativos y de divulgación en materia médica disponibles en línea tienen un amplio margen de mejora.
Sin embargo, es indudable que la práctica médica avanza en esa dirección.
Hoy día, existe una gran oferta de sitios web en materia de salud.
Están nutridos con datos científicos seguros y opiniones de eminentes profesionales sanitarios.
Que el profesional de la salud difunda, a través de medios digitales, sus descubrimientos y guías para cuidar el bienestar ya no es ciencia ficción.
Ahora, forma parte de la rutina del médico del orden digital.