Por Fabio Pérez
El dolor de úlcera péptica se presenta cuando una llaga se abre en el aparato digestivo.
Existen dos tipos de úlcera, la gástrica, cuando aparece en el revestimiento interno del estómago, y la duodenal, si se ubica en la parte superior del intestino delgado.
Dolor estomacal es el principal síntoma de su presencia.
Culpar a las comidas picantes y al estrés de estas úlceras es una creencia errónea. Sí pueden, en cambio, empeorar los síntomas.
Una bacteria llamada helicobácter pylori (H. pylori) es la principal causa de estas llagas.
Otra es el uso, por un largo periodo, de antiinflamatorios no esteroideos (como el ibuprofeno el naproxeno sódico).
Más signos de que está ahí son ardor en el estómago, sensación de saciedad tras apenas probar bocado, hinchazón y/o eructos, acidez estomacal, náuseas e intolerancia hacia los alimentos grasos.
Pasar tiempo con el estómago vacío aumenta el malestar; para mitigarlo basta con ingerir alimentos que reducen el ácido estomacal o bien con el consumo de antiácidos.
Sin embargo, la sensación de mejora no significa que el paciente esté a salvo; el dolor puede regresar. Por lo general, se manifiesta con más fuerza entre comidas y por la noche.
MUCHO CUIDADO
Hay personas que tienen este problema y no lo saben porque son asintomáticos. En los casos en que el dolor de úlcera péptica sí aparece, es relativamente sencillo de controlar. Sin embargo, no está de más mencionar los signos graves que puede introducir en la vida de sus víctimas:
Vomitar sangre, de color rojo o negro
Presencia de sangre oscura en las heces o evacuar heces negras o alquitranadas
Dificultad para respirar
Sensación de debilidad
Náuseas o vómito (sin sangre)
Perder peso de forma involuntaria
Hay que consultar al profesional clínico cuando se presentan los signos anteriores o bien cuando el uso de antiácidos sólo ofrece un alivio temporal.

¿CÓMO LLEGAMOS A ESTO?
Ocurre que el ácido del aparato digestivo corroe la superficie interior del estómago y del intestino delgado.
El mecanismo digestivo tiene una cubierta, una capa mucosa, que sirve como protección contra el ácido, pero si la cantidad de este aumenta, o la mucosidad disminuye, la úlcera encuentra vía libre para surgir. Dicho de otro modo, se abre una llaga. El dolor de úlcera péptica puede ir acompañado de sangrado.
Otras llagas surgen por la influencia de la helicobácter pylori.
Este microorganismo vive en la capa mucosa que recubre el estómago y el intestino delgado. Puede estar ahí sin detonar problema alguno; también puede inflamar el recubrimiento interior del aparato estomacal y producir la úlcera.
¿Cómo se disemina la H. pylori?
Todavía no se sabe con certeza. Existen indicios de que ingresa al organismo a través de los alimentos y el agua o de que puede pasar de una persona a otra por contacto cercano, al besarse, por ejemplo.
Cabe mencionar que tomar aspirina, y algunos analgésicos de venta libre o con receta llamados antiinflamatorios no esteroideos, puede irritar o inflamar el recubrimiento estomacal y del intestino delgado.
Más medicamentos que incrementan la posibilidad de sufrir el dolor de úlcera péptica son los esteroides y los anticoagulantes.
A EVITAR
Los siguientes factores incrementan el riesgo de acabar padeciendo llagas:
1.- Fumar: existe evidencia de que consumir tabaco incrementa el riesgo de termina sufriendo el dolor de úlcera péptica en los infectados con H. pylori.
2.- Beber alcohol: las bebidas embriagantes pueden irritar y corroer el revestimiento mucoso del estómago y aumentar la cantidad de ácido en el mecanismo digestivo.
3.- Niveles elevados de estrés.
4.- Comer alimentos picantes.
Los factores tres y cuatro, como ya se mencionó, si bien no causan úlceras, pueden empeorar el malestar y dificultar la recuperación.

AMENAZAS
Cuando las llagas, ya sean gástricas o duodenales, no se tratan, básicamente se les da pase libre para producir efectos que meten miedo en el cuerpo.
Sangrado interno: puede ser lento y conducir a la anemia, o severo y exigir hospitalización y transfusión sanguínea. En éste último caso, existe la posibilidad de que se produzca vómito negro o con sangre así como heces negras o deposiciones con sangre.
Perforación de la pared estomacal: tal como se oye, es un agujero en el intestino delgado; este daño llega a provocar peritonitis, es decir, una infección grave en la cavidad abdominal.
Bloqueo intestinal: la úlcera puede obstaculizar el paso de la comida a través del tracto digestivo. De ese modo, provoca una sensación de saciedad con mucha facilidad.
Otros efectos, no tan deseables, son el vómito y la pérdida de peso.
Además, ser portador de la helicobácter pylori acarrea un mayor riesgo de padecer cáncer de estómago.
SALUD EN ACCIÓN
¿Cómo reducir el riesgo de sufrir el dolor de úlcera péptica?
A propósito de la llaga producida por el influjo de la H. pylori, la cuestión es que no se tiene suficientemente claro cómo se propaga la bacteria. La evidencia disponible apunta a la transmisión de una persona a otra, o mediante el consumo de agua o alimentos contaminados.
Ante ese escenario, aplican las mismas reglas que para protegerse de otros agentes infecciosos, como un lavado de manos frecuente con agua y jabón o comer alimentos que hayan sido cocidos por completo.
También debe tenerse cuidado con el uso regular de analgésicos, estos productos avivan el riesgo de que surjan llagas en el aparato digestivo. Para reducir el peligro, hay que ingerirlos únicamente con las comidas.
Si un paciente necesita antiinflamatorios no esteroideos, es posible que también deba tomar productos adicionales como un antiácido o un agente citoprotector.
Es bueno revisar opciones antiinflamatorias con el médico porque algunas fórmulas disponibles pueden reducir las probabilidades de padecer úlcera péptica al tiempo que se incrementan las de sufrir un ataque cardíaco.
Además, hay que colaborar con el profesional clínico para encontrar la dosis más baja que alivie el dolor.
Que el paciente ponga de su parte también significa evitar el consumo de alcohol cuando se toman fármacos. Su combinación puede aumentar el riesgo de sufrir malestar estomacal.