Por Fabio Pérez
Las encuestas nacionales de salud son ejercicios para medir el bienestar (o su opuesto) a los que es mejor prestar atención.
Sus resultados reflejan situaciones que afectan a una sociedad y que en muchos casos no exigen sino medidas sencillas de implementar para prevenir la aparición de males.
Contienen información a considerar sobre padecimientos como la diabetes, condiciones como la hipertensión, marcadores como los de colesterol y triglicéridos.
También ilustran sobre qué tan extendidos están malos hábitos como el consumo de alcohol y de tabaco o el sedentarismo de los mexicanos.
¿CÓMO ANDAMOS DE SÍNDROME METABÓLICO?
El síndrome metabólico (SM) es una pandemia silenciosa y potencialmente letal, que ya recorría el mundo antes que la Covid-19.
¿Qué tan presentes están los integrantes del síndrome entre los mexicanos con al menos 20 años de edad?
Según la Ensanut 2021, realizada en el contexto de los días de coronavirus, el 15.6 por ciento de los adultos mexicanos vive con diabetes.
Cabe mencionar que sufrir visión disminuida es la complicación más reportada por los enfermos de azúcar en el país.
El número de hipertensos se ubicó en el 15.7 por ciento.
Cuando se trata de presión alta, a mayor edad crece la proporción de afectados. La situación se agudiza a partir de la quinta década de vida y alcanza su cenit en el rango de edad de los 70 a los 79 años cumplidos.
49 de cada 100 mexicanos tiene triglicéridos altos; el 26.4 por ciento mostró niveles elevados de colesterol en la sangre.
Dichas condicionantes de la salud expuestas afectan a más mujeres que a varones.

FUMADORES, BEBEDORES Y SEDENTARIOS
La prevalencia de consumo de tabaco entre adolescentes es de 4.7 por ciento, mientras que la ingesta de alcohol es del 21.3 por ciento.
En adultos, los indicadores se ubicaron en 16.8 por ciento, para el caso del cigarro, y de 54.3 por ciento para las bebidas embriagantes.
En este punto conviene tener en mente que un significativo grupo de mexicanos bebe a diario y uno mucho más nutrido le entra a los alcoholes al menos una vez por semana.
Sólo el 31.8 por ciento de los mexicanos mayores de 10 años reportó realizar actividad física o practicar algún deporte.
En el grupo de 10 a 14 años de edad, 68.8 por ciento disminuyó su actividad física y aumentó en 41.2 por ciento el tiempo que pasa sentado o reclinado.
Estas cifras fueron de 60 y 35.3 por ciento en adolescentes de 15 a 19 años de edad.
El 61.7 por ciento de los adultos (20 años o más de edad) disminuyó su actividad física y 29.1 por ciento incrementó el tiempo que pasa sentado o reclinado.

VIRAJE NECESARIO
De nosotros depende adquirir hábitos que den vuelta a la extendida presencia de diabetes, hipertensión, triglicéridos, colesterol y consumo de alcohol y tabaco.
Medir el bienestar muestra el camino que lleva la nación en materia de salud, muestra los indicadores donde es esencial cambiar el rumbo y las áreas de oportunidad.
No perdamos de vista que está en juego algo mucho más importante que los datos de un ejercicio estadístico.
Salud y calidad de vida son los premios.
Medir el bienestar también es medir la falta de él. En ese sentido el desafío ya era grueso antes del coronavirus.
Los datos de la Ensanut 2021 muestran que el nivel del reto aumentó.
Un indicador basta para ilustrar lo anterior.
En el primer año de la nueva normalidad se incrementó la inseguridad alimentaria.
La Covid-19 trajo consigo una pérdida importante en el bienestar económico familiar.
Dos de cada diez hogares a nivel nacional disminuyeron la cantidad de alimentos que consumen o bien dejaron de comer en todo un día debido a la falta de dinero o recursos.
Sin medios para allegarse comestibles que aporten nutrientes con miras a reforzar el sistema inmune se abre la puerta a la enfermedad. La relación entre una alimentación adecuada y un funcionamiento eficiente de las defensas del organismo está más que demostrada.
También podemos verlo del modo siguiente: una crisis financiera deviene en crisis de salud.
Entre ambas convierten a una simple encuesta en la radiografía de un cuerpo social proclive a enfermar y con pocas opciones de lograr su recuperación completa.