‘Promising Young Woman’ disecciona la violencia de género y el pacto patriarcal

“Me gusta cuando la gente ríe y jadea porque se siente mal por reírse, ese es mi lugar favorito”, dijo en una entrevista Emerald Fennell al describir el tono de su película Promising Young Woman (Hermosa venganza). Y vaya que lo logra.

Tras la fachada de una abúlica treintañera que se niega a abandonar la casa de sus padres, Cassie (Carey Mulligan) alimenta el fuego que le da sentido a su vida: la venganza. Tras un hecho traumático que truncó su futuro prometedor como médica, va de bar en bar buscando quien se la pague.

Su objetivo son todos esos hombres que no se resisten a la posibilidad de llevarse a casa a una mujer alcoholizada, casi inconsciente, y para los que la palabra consentimiento no significa nada. Aquellos que no distinguen entre sexo casual y violación.

La doble vida de Cassie se verá interrumpida cuando en la cafetería donde trabaja aparezca Ryan (Bo Burnham), un excompañero de la universidad que, a diferencia de la mayoría de los hombres que se encuentra en los antros, es respetuoso y claro con respecto a sus intenciones. Un encanto.

El conflicto interno de Cassie no es menor, por un lado, se debate entre abandonar o no su papel de vengadora del género femenino ante un inminente enamoramiento. Pero el dilema que realmente la carcome es el de aprovechar o renunciar a la oportunidad que el reencuentro con Ryan supone: vengarse específicamente de quienes cambiaron el rumbo de su vida. ¿Cuál camino tomará?

La lista de atributos de Promising Young Woman es extensa: el diseño de producción, la fotografía, la música, las actuaciones, especialmente la de Carey Mulligan, pero todos estos elementos no serían lo que son sin el magnífico guion y la impecable dirección de Emerald Fennell.

Para contarnos su historia, la realizadora británica mezcló eficazmente el suspenso y la comedia negra con referencias a la cultura pop de un modo tan equilibrado que no sólo nos mantiene atentos, sino que además nos divierte sin trivializar los grandes temas de fondo.

Al igual que Cassie oculta sus verdaderas intenciones bajo su apariencia de joven sin pretensiones, Fennell esconde bajo una estética de tonos pastel y canciones de Paris Hilton y Britney Spears una mordaz crítica contra las dinámicas sociales que normalizan la violencia contra las mujeres.

Nadie sale limpio. Las atrocidades ocurren ante la mirada cómplice o encubridora de todos: amigos, amigas, instituciones educativas, sistemas de justicia…

Ahí están los hombres que se alientan a llevarse a una mujer borracha a casa, después de todo, ellas mismas son las que se ponen en peligro, ¿no? Los hombres carismáticos, dulces y cariñosos que con facilidad olvidan todo aquello que pueda abochornarlos a ellos o a sus amigos.

Y, por supuesto, también están los abogados corruptos y los policías que no investigan los posibles delitos cometidos contra mujeres o lo hacen con base en prejuicios.

Pero también las mujeres que ponen en tela de juicio el testimonio de las que denuncian abusos, aunque jamás considerarían negarle el beneficio de la duda a un hombre señalado, sobre todo si es un joven prometedor.

Promising Young Woman es una película que deja un buen sabor de boca que, sin embargo, no nos borra el de la amarga realidad. Creo que es un efecto sumamente difícil de lograr y Emerald Fennell lo hace hábilmente, nadie creería que este es su primer largometraje.

Con una gran cantidad de premios y nominaciones en más de 60 festivales de todo el mundo, este filme llega bien perfilado a los Oscar, donde competirá en cinco categorías: Mejor Guion Original, Mejor Dirección y Mejor Película, Mejor Actriz y Mejor Edición.

La competencia no es fácil y puede que Fennell sólo se quede con el gusto de ser considerada en el certamen más popular y glamuroso. Pero eso para no le resta méritos a su trabajo; sin duda es una joven prometedora a la que habrá que seguirle le pista.

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