Pride Laguna 2023: Una lluvia de orgullo

Un testimonio personal sobre los colectivos y aliados que siguen marchando en busca de los derechos y el reconocimiento de la comunidad LGBT+ 
Por: Hugo Alberto Dena
  • No llegamos para quedarnos. Ya estábamos aquí. Somos mucho más que sobrevivientes al intento de invisibilizarnos, desaparecernos, exiliarnos. Sí, sobrevivimos a la persecución homosexual en esta ciudad y, de la mano de hombres y mujeres valientes, logramos derogar las leyes que nos discriminaban, deshumanizaban y castigaban por ser nosotros, por ser diferentes. Es nuestro el día de la marcha en cada ciudad del país, es el día en que nuestra libertad, felicidad y orgullo por ser LGBT+ es mucho más grande. 

Es 27 de mayo, la tarde cae en la ciudad acompañada de nubes grises y oscuras. Aun así, los stands del colectivo de emprendedores que ofrecen souvenirs del evento se instalan sobre la acera con decoración multicolor, un sinfín de banderas, collares, brazaletes, abanicos e incluso, una cabina fotográfica. Curiosamente, nadie vende paraguas, a pesar del pronóstico del clima que, anticipadamente, anuncia que caerá la lluvia. 

Mayra Franco Rosales: Marcha LGBT+

Se trata de la edición número 16 de la marcha del Orgullo LGBT+ en Torreón, que este año tiene como lema Orgullo es poder, y que ha logrado el reconocimiento como Pride Laguna 2023, ya que congrega a toda la comunidad de la comarca lagunera de Coahuila y Durango. Los primeros en arribar al punto de reunión en avenida Abasolo y calle Galena, junto a la Plaza Mayor de Torreón, son los activistas, el staff, los coordinadores, los voluntarios y los líderes de colectivos que se suman a la manifestación bajo el liderazgo de Raymundo Valadez, quien está próximo a cumplir 25 años como activista por los derechos de la comunidad LGBT+. Todos ellos, organizadores y participantes, han logrado que la marcha alcance un alto nivel de representación social para un sector de la población que ha luchado hombro con hombro por el reconocimiento y el respeto.

El 27 de junio de 2008, en Torreón se realizó la primera marcha del orgullo gay. Partió de la avenida Morelos, a espaldas de la antigua presidencia municipal de Torreón, y recorrió las calles del centro de la ciudad, ante la mirada atónita de la ciudadanía que, con curiosidad, detenía su andar por las calles. Ese año nuestro lema fue Vamos por el respeto… y fuimos. Éramos aproximadamente mil personas marchando. En sus ediciones más recientes, según los organizadores, la marcha ha alcanzado una asistencia de hasta diez mil personas aproximadamente. 

Mayra Franco Rosales: Marcha LGBT+

En la edición de este año, los carros alegóricos de los bares y antros LGBT se hacen presentes desde antes de las 17:00 horas. Decorados con una temática según su propia elección, se organizan y acomodan para que vayan cerca de  los contingentes integrados por madres, padres, hermanos, niños, jóvenes, adultos, personas de la tercera edad, estudiantes, amas de casa, trabajadores, profesionistas y obreros, todos ellos, aliados de nuestra comunidad. 

En los vehículos, viajan los gogo dancers y drag queens que, en el recorrido, alientan con música y baile a los asistentes a la celebración. Estamos casi listos. De vez en vez, miramos al cielo nublado. Esto es, aparentemente, la crónica de una lluvia anunciada. Antes de iniciar el recorrido, el temor más grande es que los contingentes se desintegren y la gente se marche del lugar, pero nadie se mueve, ni siquiera los vendedores ambulantes de banderas multicolor que, como integrantes de algún colectivo, nos acompañan esa tarde.

Mayra Franco Rosales: Marcha LGBT+

Este encuentro surge gracias a un recorrido histórico por parte de los miembros de la comunidad. Hace apenas veinte años, en junio de 2003, se realizó la primera protesta de la comunidad LGBT+ en la explanada de la presidencia para exigir el respeto a sus derechos.

En ese entonces, la administración municipal encabezada por el entonces alcalde Guillermo Anaya, promovía la persecución de homosexuales bajo el pretexto de evitar que los contagios de VIH disminuyeran en la población lagunera.

La violación a nuestros derechos humanos se promovía desde la ley. El artículo 75 del Reglamento de Salud Pública Municipal en Torreón prohibía que un hombre manifestara sus afectos a otro hombre en vía pública o sitios públicos, y también, que un hombre se vistiera o maquillara como mujer. Esta norma estuvo vigente del 28 de junio de 1999 al 28 de junio de 2005.

Crónica de la Marcha LGBT 2023 en Torreón

Ahora, casi diez años después, me coloco hasta el frente de los contingentes, tengo como consigna estar presente al momento del arranque para hacer estallar las bazucas de confeti y humo de colores, “hoy todo es de color, las fuerzas, las voluntades, los corazones”, pienso.

Nadie se va, ni se mueve, la gente se congrega en las aceras esperando, al igual que nosotros, el banderazo inicial. Patricia Yeverino, Titular de la Dirección para Promover la Igualdad y Prevenir la Discriminación en El Gobierno del Estado de Coahuila, lee un mensaje en representación del gobernador de estado. Comienza a llover, ella no detiene su discurso, se moja junto a nosotros, no tiene intención de detenerse, ni siquiera pide un paraguas, las páginas desde las que lee su discurso ceden, comienza a ser difícil darles vuelta, pero sigue, se esfuerza, como tantos otros, resiste. Termina, agradece y pasa el micrófono a Raymundo, quien porta una bandera multicolor, como la que hace 45 años fue creada por Gilbert Baker y fue ondeada por primera vez en 1978 en San Francisco, California. Se da por iniciada la marcha, Ray dice: “¡Arrancamos nuestra dieciseisava marcha del orgullo. Vámonos, muchachos!”  y comenzamos la caminata.

Mayra Franco Rosales: Marcha LGBT+

Tomamos las calles y avenidas de Torreón acompañados de las patrullas y personal de vialidad que nos abren paso bajo la lluvia que, aparentemente, no cederá por un largo rato. Primero avanzamos por la Galeana, hasta la Hidalgo. Una de las avenidas más importantes del centro nos recibe para llenarla de orgullo, fiesta y música. Avanzamos, las personas que en ese momento se refugian de la lluvia en algunos de los establecimientos salen a la calle, nos reciben, nos sonríen, nos saludan. Hay muchos niños y jóvenes que bailan y aplauden al ritmo de la música que nos acompaña. Sí, es una fiesta enorme que recorre la ciudad. Llevamos banderas, pancartas, carteles, gritos, baile y empatía. Avanzamos entre charcos, no nos importa mojarnos, vemos cómo empleados de varias tiendas detienen sus actividades y salen de su centro de trabajo. Desde las aceras nos acompañan y alientan mientras ondean sus banderas de colores. Me acerco a un grupo de ellos, bailamos por un momento, nos abrazamos y les agradezco estar con nosotros, al menos brevemente. Porque de eso se trata, de marchar, abrazar y hacer sentir representado a quienes no pueden acompañarnos, sea cual sea su razón. 

La lluvia no cede, nosotros tampoco. Y así, seguimos avanzando hasta la calle Zaragoza, donde damos vuelta para tomar otra gran avenida: la Juárez.

Orgullo es poder. Marchamos. Caminamos por estas calles y recordamos que en Coahuila, el 12 de enero de 2007, entró en vigor la figura del Pacto Civil de Solidaridad, que regula y reconoce los derechos de las personas que no pueden optar por el matrimonio, incluidas las parejas homosexuales. 

El 1 de septiembre de 2014, el Congreso del Estado de Coahuila aprobó, por mayoría, la iniciativa de ley, para que las uniones civiles entre personas del mismo sexo, sean reconocidas como matrimonio. Aunque en la Ciudad de México el matrimonio igualitario fue aprobado con anterioridad, Coahuila fue el primer estado del país en ejercer este derecho. 

De regreso al punto de partida, justo al tomar la Avenida Juárez, la lluvia aminora, ahora es una suave brisa acompañada de llovizna, la naturaleza comprende que no va detenernos y entonces, nos abraza. 

Me encuentro con mi hermana y mis sobrinas, quienes salen de un local donde se resguardaron de la lluvia. Este año, por primera vez, aún y que he participado en otras marchas tanto en Torreón, como en otras ciudades, me acompañan, no solo a mí, a todos, a todas, a todes, y se unen al contingente. 

Mayra Franco Rosales: Marcha LGBT

Veo a cientos de personas en las banquetas, al ceder la lluvia, se congrega más gente, también llevan distintivos y banderas multicolor, también celebran, cantan y bailan al ritmo de los gogos y las dragas, nos lanzan confeti. Una mujer grita: “¡Vivan los gays!” y algunos respondemos: “¡Vivan!”

En la marcha no importan las prendas, el color de piel, el nivel socioeconómico, importa que estamos y que queramos seguir, por nosotros y en memoria de todos los miembros de la comunidad LGBT+ que han partido y dejaron una huella imborrable en cada uno de nosotros, en especial, por aquellos que fueron víctimas de crímenes por odio, un rubro en el que, como comunidad, las leyes nos han quedado a deber en cuanto a impartición de justicia se refiere.

Mayra Franco Rosales: Marcha LGBT

Nos acercamos al final del recorrido, noto que los integrantes de cada contingente siguen con la misma energía del inicio, pero ahora, con más personas que se han sumado, muchos nos toman fotografías o graban videos desde las banquetas. Veo una ciudad que nos abraza, nos escucha, que se olvida momentáneamente de sus ocupaciones para complacernos y alentarnos. Veo una ciudad que nos da esperanza. Veo ciudadanos que han revalorizado el respeto hacia la orientación sexual de cada persona, que se han olvidado que somos el objeto de burla, que nos ven fuertes, valientes, decididos, independientes y que tenemos el poder de tomar las calles, que saben que este día es nuestro y nada ni nadie nos lo va a quitar. 

Mayra Franco Rosales Marcha LGBT.

La marcha toma la calle Ramón Corona, hacia la Allende, debajo del desnivel de la presidencia, es donde termina el recorrido, nos detenemos, se anuncia el final de la marcha, todos gritamos: “¡Una vuelta más, una vuelta más, una vuelta más…!” Pero eso no es posible, al menos por el momento. Los carros alegóricos se estacionan, los gogos y drag queens bajan de ellos, muchas personas los saludan, familias completas les piden fotografías, acceden sonrientes y posan para las cámaras o teléfonos, los niños les abrazan, las madres de familia les manifiestan su admiración ante su belleza y vestuarios, los hombres se dejan apapachar y abrazar, todos agradecen el amable gesto. Luego, ocupamos pacíficamente la plaza mayor, saludamos y abrazamos a los amigos que nos encontramos, con quienes compartimos la caminata aún sin vernos hasta ese momento, portamos nuestras banderas y la enorme satisfacción de ser parte de algo, de alguien, con la gran alegría de tener un día que es nuestro. 

Esta marcha, luego de haberme ausentado muchos años de participar, me deja claro que portamos el orgullo en nuestro corazón, en nuestras acciones, que somos quienes somos, que nos reconocemos en el otro, que amamos. 

Hoy sé, como lo menciona el dramaturgo Edgar Estaco en su monólogo “Casio”, que: No siempre el amor huele a flores. No siempre tiene cantos de pájaros, que hay amores distintos.

Mayra Franco Rosales: Marcha LGBT+

Hugo Alberto Dena

Creador escénico con más de 20 años de trayectoria, es productor, director de teatro, gestor cultural y director artístico de Compañía Desierto Teatro en Torreón.  Su incursión en la escritura lo ha llevado a crear diversas puestas en escena y el serial de correspondencia unipersonal titulado Carta absurda, publicado en medios electrónicos. Ha escrito, además, cuentos y relatos sobre la comunidad LGBT+.