En la película estadounidense Night Moves (2014) de la directora Kelly Reichardt, los ambientalistas Dena (Dakota Fanning), Josh (Jesse Eisenberg) y Harmon (Peter Sarsgaard) planean un acto radical: atacar una planta hidroeléctrica con bombas caseras.
Se trata de tres individuos de diferentes contextos que comparten la idea de que las protestas no son suficientes para hacer una declaración trascendental de protección al medio ambiente, por lo que es necesario llevar a cabo acciones contundentes.
Dena es una mujer preocupada porque en el futuro prácticas como la pesca desaparecerán, mientras que el calculador Josh es parte de una comunidad autosustentable que se mantiene de la venta de los productos que siembran. Harmon, por su parte, es un exmarine retirado que vive a las afueras de un pueblo en medio de la nada con una gran capacidad de adaptarse, es desapegado y parece el más desinteresado en el mundo y sus personas.
Entre los tres llevan a cabo un elaborado plan para bombardear la planta hidroeléctrica. La directora Kelly Reichardt no ahonda en posturas políticas o mensajes ambientalistas, simplemente muestra el viaje que enfrentarán los involucrados.
Sin necesidad de esteticismo excéntrico ni sobresaltos, el suspenso, el ritmo y el ambiente de la película se marcan desde el inicio.
El elenco es presentado sin mucho contexto, sin nombres, toma poco más de media película que se mencionen entre sí. Se mueven por carreteras oscuras en medio del bosque, con identificaciones falsas, cachuchas y cuidándose de las cámaras de restaurantes, tiendas y personas que se atraviesen en su camino.
La intriga
La primera mitad de la historia acumula suspenso en los detalles menores. Logra transmitir el nerviosismo ante la posibilidad de que el más mínimo error les derrumbe el plan, el cual no contempla que aparecerán intrusos en cada momento. Bastan un supervisor de tienda que no les permite comprar la cantidad que necesitan de fertilizante para las bombas o las personas que se topan en un lago cercano a la planta que debía estar solo para elevar la tensión.
Reichardt trata de salir de los clichés, las acciones más importantes suceden fuera de la pantalla, porque la historia trata más del desarrollo del plan y cómo afecta a sus involucrados. Engaña al espectador al mostrar detalles que podrían ser la caída del trío, sin embargo, sus propias mentes se vuelven enemigas.
Consecuencias
La segunda mitad de la cinta se centra en las consecuencias de las acciones de la pequeña célula radical, luego de que su plan se sale de las manos por efectos que no calcularon. La frialdad que requería la planeación y ejecución del plan se desmorona y muestra los claroscuros de sus personajes, sus debilidades, temores y capacidad de mostrar apoyo.
Sin giros innecesarios, la historia es contada de un tal suspenso que parece que las casi dos horas que dura, suceden en apenas unos muy tensos minutos.