Cada año, proceso electoral tras proceso electoral, la ciudadanía tiene que aguantar ver o escuchar en medios masivos, espectaculares, volantes y lonas, promesas de campaña vacías, muy seguramente generadas al vapor, en torno a temas que los candidatos no entienden, ni quieren hacerlo.
Su objetivo es meramente marketinero: captar atención y vender la imagen de que están a la vanguardia para convencer a los votantes indecisos. Uno de los temas más socorridos de las actuales “elecciones más grandes de la historia”, es el feminismo.
En los últimos años, las protestas de las mujeres se han apoderado muchas veces de la agenda y han dado pie a que partidos cuya ideología es fundamentalmente contraria a los derechos que se reclaman mediante las luchas feministas intenten sacar raja política.
“Solamente se ponen el pañuelo morado (el verde nunca) en tiempos electorales. Ahorita todos los partidos son súper feministas cuando en realidad dejan muchísimo que desear. A nivel federal han recortado presupuesto para refugios de mujeres violentadas. En cuanto a salud sexual y reproductiva, con respecto a la NOM 046, en muchas instituciones como el IMSS, el ISSSTE o el Hospital General de Torreón, las usuarias sufren de revictimización y cuestionamientos. En tiempos de campaña el feminismo es la olla de oro al final de arcoíris para conseguir votos y ya después las propuestas quedan en el olvido y ese es nuestro enojo”.
Tal es la perspectiva de una vocera de grupos feministas de La Laguna que el martes pasado protestaron simbólicamente contra los políticos que usan las problemáticas de las mujeres sólo para beneficiarse. Alrededor de 20 integrantes de varias colectivas de la región intervinieron la propaganda electoral de casas de campaña y puntos publicitarios estratégicos en Torreón, Gómez Palacio y Lerdo y otras comunidades como el ejido La Paz.
Manifestación simbólica
“Ya teníamos una lista de feminicidios en La Laguna, abarcamos de 2018 al presente año, la imprimimos en grande y la pegamos en casas de campaña y puntos publicitarios representativos, junto con ‘stickers’ que diseñó una de las compañeras, entre ellos uno muy especial que dice #EstadoFeminicida ¿Cómo piensa solucionar esto, candidato?”.
La activista puntualizó que un hecho que agravó el malestar de las colectivas con respecto a la actitud de los políticos en campaña fue que el candidato a alcalde de Torreón por el PRI, Román Alberto Cepeda, mostró interés en entablar una reunión con grupos feministas para revisar la agenda y a la mera hora canceló.
“Son propuestas vacías y se va viendo en cancelaciones de reuniones como la de Román Cepeda, que dijeron una fecha, luego que no, que se recorre y al último que se cancela y eso habla de que no hay un interés legítimo. No vemos claro”.
Las manifestantes señalan que, si bien hay algunos temas que le competen al Gobierno del Estado, como la atención a través del Centro de Justicia para la Mujer, en donde colectivas de más trayectoria como la Red de Mujeres o el Incide Femme ya tienen cierto peso para que se cumpla lo que se promete, tanto los alcaldes como los diputados poseen injerencia para exigir también que se resuelva la problemática, que se trate y se ponga sobre la mesa, pero no lo están haciendo y los candidatos que aspiran a esos cargos tampoco dan muestras sólidas de que vayan a realizarlo.

Señalan revictimización en instancia estatal
“También lo hacemos porque no estamos contentas con una situación de la que nos hemos percatado precisamente en el Centro de Justicia para la Mujer: muchas usuarias que acuden no reciben un buen trato a menos que vayan acompañadas de una colectiva y esto no debe ser así, el trato debe ser igual para todas”.
Entre las solicitudes que las colectivas feministas habían preparado para la posible reunión con el candidato del tricolor, la representante de las manifestantes destaca la de una educación sustanciosa al personal de las instancias gubernamentales sobre perspectiva de género.
“Parecemos periquitos o disco rayado, pero la revictimización persiste en todos los ámbitos”.
Como ejemplo cita un diálogo que han tenido algunas usuarias del Centro de Justicia para la Mujer con los MP:
—¿Cuántas veces le ha pegado el marido, señora?
—No, pues, es la primera vez.
—Es que le tiene que pegar más veces.
“¿Cómo? Tú, siendo el procurador de justicia, no puedes decir eso, todas son mujeres, la verdad es que a Marine Casillas (encargada de las Unidades de Investigación adscritas a esta dependencia) le entra por una y le sale por la otra, estamos súper molestas. En cuanto a las corporaciones policíacas, lo mismo, tú en compañía de patrullas jamás te vas a sentir segura, como primer punto sería eso. Igual sabemos que pedir, pedir y pedir pues no, también hacer un compromiso de designar comisionadas para vigilar que realmente se esté llevando a cabo esta educación”.
¿Qué hacer?
Si le preguntan por algo que sí podrían hacer los candidatos y políticos, la activista responde de inmediato que “dejar de robar, siempre”, pero en cuanto a los temas que preocupan a las mujeres les sugiere “atreverse a su propia deconstrucción, a que no pesen más unos estatutos de partido ante el bien común. Que el feminismo deje de ser de dientes para afuera. No pedimos milagros o dádivas o que sean unos ‘Avengers’, lo único que pedimos es que hagan su trabajo”.
Pese al hartazgo y la decepción que generan estas prácticas políticas en tiempos electorales, la joven feminista considera que acercarse a los candidatos sí puede ser útil, siempre y cuando no se comprometa el voto.
“Si nos dicen: ‘Vamos a tener una reunión, pero nos dejas tu INE’ ¡Jamás en la vida! Tener un acercamiento sí, y, como te decía, no sólo con la mano extendida pedir, pedir y pedir, sino que en el pedir también va un compromiso nuestro para permanecer vigilantes de lo que estamos pidiendo se cumpla. Es responsabilidad de ellos, en el ‘deber ser’ no deberíamos andarlos cazando, pero vemos cómo es la realidad. También sabemos que hay dos caras en la moneda y quiero aprovechar la oportunidad para exhortar a la ciudadanía a que deje de ser tan comodina, que sea más activa y retome el sentido de la colectividad porque es algo que nos compete a todos. La participación ciudadana no empieza y acaba con el voto, es chamba diaria”.
Con respecto a las vías de participación que tiene la ciudadanía, para la joven la principal siempre será organizarse.
“En lo que sea, no digo que armen una colectiva inmensa y que dispongan de recursos millonarios, simplemente dejar de ser apáticos y tratar de solucionar nuestro entorno para bien, que si te interesa dejar de contaminar o el rescate animal proponer algo en tu entorno y con eso se te va sumando más gente. Sí veo una esperanza y sí le apuesto a la organización colectiva”.
Finalizo con el cuestionamiento que más frecuentemente me he encontrado en redes y en reuniones con amigas y amigos durante este proceso electoral: ¿Vas a votar?
“Creo que sí, estoy con el cerebro partido en cachitos después de tanto análisis, pero sí. Es raro porque es un sistema profundamente podrido, desde sus estructuras más primarias, pero ¿cómo yo voy a exigirle a todo mundo que deje de ser tan apático si, a la mera hora, los procesos que todavía nos rigen también me resultan indiferentes? Eso ya es de nivel personal. Termina siendo un brinco de fe muy grande”.