Zack Snyder no decepciona a los fans con su versión de Justice League

Vi Zack Snyder’s Justice League y si bien no es una obra maestra, tampoco me desagradó del todo. Tiene sus buenos momentos, ¡pero dura cuatro horas! Eso termina restándole muchísimos puntos en el balance final.

Tras la muerte de Superman (Henry Cavill), el mundo está en peligro. La ausencia de un superhéroe con tales poderes ‘despierta’ a una misteriosa caja custodiada por las Amazonas y abre un portal mediante el que llega Steppenwolf (Ciarán Hinds) y su ejército de Parademonios.

Su intención es apoderarse de esa caja, llamada Caja Madre, y encontrar otras dos que su amo Darkseid dejó miles de años atrás en la Tierra, en una primera invasión. Juntas, las tres cajas conforman la Unidad, capaz de terraformar el planeta en una réplica/extensión de Apokolips.

En aquel primer intento Darkseid fracasó porque dioses, humanos, amazonas y atlantes se unieron para vencerlo. En esta ocasión todos están divididos, comenzando por los ‘metahumanos’ que podrían hacerle frente primero a Steppenwolf y eventualmente a su amo.

Batman (Ben Affleck) ha intentado reunirlos, pero sólo ha logrado que se sumen Wonder Woman (Gal Gadot) y Flash (Ezra Miller). Aquaman (Jason Momoa) y Cyborg (Ray Fisher) se muestran renuentes.

Pero incluso cuando deciden unirse se dan cuenta de que la amenaza es mayor a lo que pensaban y no tienen posibilidades. A menos que…

El origen de Cyborg les da la pista de que la Caja Madre que custodian tiene la energía capaz de hacer regresar a alguien de la muerte. Todos sabemos la idea que surgirá. El famoso kriptoniano parece ser un símbolo de esperanza tanto vivo como muerto. ¿Será realmente la solución?

Como la incompleta ignorante de cómics que soy, evalúo estas películas con base en criterios arbitrarios y subjetivos como: ¿logra entretener? ¿Aborda algún tema social o político que pueda detonar una conversación interesante? O bien, ¿esconde alguna crítica antisistema?

Que uno de estos filmes me entretenga depende de qué tan bien el guion trabaje por un lado la amenaza que enfrentarán los superhéroes -no siempre tiene que significar que el mundo esté en peligro-, y por otro los conflictos internos de éstos que podrían dificultarle la tarea.

A diferencia de Justice League (terminada en 2017 por Joss Whedon tras la renuncia de Zack Snyder), esta versión tiene más aciertos para transmitir la sensación de amenaza, como emplear a dos villanos. También plantea con más eficiencia los conflictos que dificultarán la labor.

Lo malo es que se toma cuatro horas para hacerlo, lo cual constituye una gran falta de creatividad, por decir lo menos. También pudo haber influido que originalmente se pensó en este corte como una miniserie. De cualquier modo hay secuencias que salen sobrando.

La intención de complejizar o humanizar a los personajes es decididamente mayor en Cyborg, Superman y Flash, pero es sólo en este último donde se logra con éxito ese objetivo y sin duda es decisivo el talento de Ezra Miller. El resto de los integrantes de la Liga son más planos.

Esta versión es mucho mejor que la que entregó Whedon, pero la recomiendo sólo para fanáticos. El resto del público tendría que evaluar si quiere dedicar cuatro horas de su tiempo a un material que puede entretener si no se le exige mucho, pero que carece de temas de fondo.

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