Fuera de madre

RIO NAZAS CRUZ
Por Flavio Becerra

En una de sus primeras visitas a la Comarca Lagunera, ya como presidente, Andrés Manuel López Obrador anunció que la industria lechera sería movida al sur del país, donde el agua no fuera tan escasa como aquí y el riego del forraje no resultara en una carga excesiva a nuestro ecosistema.

Tres años después, salvo un pequeño hato que fue llevado a Chiapas, el presidente no ha vuelto a tocar el tema. Peor: en la presentación del proyecto Agua Saludable para La Laguna, sentado en la tribuna junto a Obrador, pudo verse a Eduardo Tricio, uno de los mayores empresarios agroganaderos de la región.

Agua Saludable pretende ser la solución para el gran desabasto de agua en La Laguna, consecuencia de la explotación irracional del líquido. El proyecto consiste en potabilizar el agua de las presas. Pero como han señalado grupos de ambientalistas, se contempla construir una represa que afectará directamente al último tramo vivo del río Nazas: el Cañón de Fernández.

Nunca estará de más repetirlo: el agua se ha terminado por la salvaje depredación que de ella hace la industria lechera.

Las consecuencias de esto ya las conocemos: desertificación de la comarca, extracción de agua a mayor profundidad y, por tanto, con altas concentraciones de metales pesados, lo que significa que cada vez es menos apta para el consumo humano.

Para revertir el daño, los puntos prácticos son: cesar la explotación irracional del agua del desierto, lo que implica desarticular poco a poco la industria lechera y volver a privilegiar cultivos menos agresivos; cancelar los pozos clandestinos de los ganaderos y controlar con rigor los legales.

Para que los mantos freáticos se recarguen, la solución más sencilla es dejar correr de forma permanente agua por el Nazas; a la larga no será necesario instalar filtros antiarsénico, pues el lecho arenoso del río siempre ha funcionado como un magnífico filtro natural: la famosa pureza del agua almacenada en nuestro subsuelo fue hasta hace poco, producto de este filtrado de siglos.

Desde luego, enumerar estas sencillas soluciones es mucho más fácil que llevarlas a cabo, pues implicaría un proceso de reeducación de toda la sociedad. La mayor dificultad es que, como lo han demostrado en estas décadas, a los empresarios lecheros el bienestar de la Comarca y de nosotros sus habitantes no les importa en lo absoluto.

Desmadrar —entendiendo el término como sacar de su madre, de su lecho natural, al ciclo del agua— un sistema hidrológico para abastecer otro sistema siempre tiene como consecuencia dos sistemas ecológicos desmadrados.

Agua Saludable no plantea solucionar la sobreexplotación, causa de la creciente escasez del agua, sólo es una solución de paso que permitirá a los empresarios seguir agotando el acuífero con sus pozos, como lo hacen ahora; en cambio, dañará al último tramo vivo del Nazas de manera irreversible.

El escenario a futuro no es difícil de prever: cuando acaben de depredar la Comarca, Tricio, empresarios de la misma ralea y los políticos cómplices que se hayan enriquecido en el proceso, se irán a otros lugares y dejarán a la región sin agua. Y sin agua no hay vida humana posible.

Foto de portada por Alberto. G. Cisneros vía Wikimedia Commons