Diario Desconcierto: El Cristo santista, el meme se volvió canon

El término de meme fue acuñado por Richard Dawkins en 1976, en su libro El gen egoísta. Dawkins utilizó la palabra para explicar cómo la información cultural y los recuerdos sociales se propagan de persona a persona. Es decir, cuando las ideas culturales se difunden de boca en boca como anécdotas, fábulas, chistes, chismecitos…

Actualmente pensamos en el meme como un sinónimo de internet. Incluso creo conocer gente que utiliza el internet sólo para ver memes —el interné es un Aleph desperdiciado, ay—, pero el meme es tan bondadoso como implacable, pues lo que comunica es unidireccional y sentencioso, no admite réplica; y así como puede hacer escarnio, también puede señalar lo absurdo o evidenciar muchas ironías.

¿Pero qué pasa cuando un meme se vuelve realidad? Creo que se convierte en una especie de metanarrativa, como cuando hay un escándalo de cualquier índole y la gente con demasiado tiempo libre lo relaciona a Los Simpson: “Los Simpson lo predijeron”; o cuando a esa misma gente con tiempo libre le cuentan algo cotidiano y olvidable y responde: “De hecho hay un capítulo de Los Simpson que lo explica”. Mi punto es, cuando el meme mete la cuchara a la realidad, vivimos una metanarrativa.

La semana pasada se presentó el nuevo uniforme del Santos para la Apertura 2023 y Clausura 2024 del torneo de la Liga MX. El nuevo uniforme no tiene nada que no conozcamos, franjas verdes sobre un fondo blanco aderezado con los logotipos horribles de patrocinadores horrendos. Sobra decir que el nuevo uniforme no agradó del todo a los aficionados, que vaya que son exigentes…

Pero lo que llamó mi atención, porque yo ni sigo al equipo, es que utilizaron al Cristo de las Noas como modelo, proyectando sobre su figura el uniforme del Santos. Al fin un meme local se volvió realidad. Sobra decir, también, que el Cristo es más conocido y talentoso, a pesar de permanecer inmóvil, que todos los influencers de La Laguna, y seguramente cobró menos. Bien ahí, Club Santos.

La presentación de la nueva playera fue transmitida en diferentes plataformas. Lo que significa que vimos en vivo cómo un meme se volvió canon, no sólo eso, formamos parte de la metanarrativa lagunera.

¿Cuántos de ustedes no vieron memes del Cristo de las Noas con una playera del Santos, con un chaleco antibalas o bolsas de agua en sus manitas para espantar a las pinches moscas? En lo personal, mi versión favorita de ese meme es cuando el Cristo lleva una caguama en una mano, un clamato en la otra, una playera de tirantes y la leyenda, Fuga para Maza.

Hace unos quince años recuerdo haber visto imágenes manipuladas o caricaturas del Cristo con la playera del Santos, con alguna leyenda de la porra La Komun —“mi madre me dio la vida y el santos la alegría”—, evidenciando el orgullo de ser lagunero, ser santistas y padecer gota por tanta harina y carne que comemos. Desde entonces ya me parecía ridícula la idea del Cristo santista.

Dawkins es conocido por ser un divulgador científico y un escéptico de primera, yo supe de él en mis tiempos de ateísmo militante, es decir, cuando quería gritarle al mundo que los dioses no existían y menospreciaba a la gente creyente, en mis tiernos 18 años. Pasó el tiempo y al fin se me terminó de desarrollar el lóbulo frontal, así que dejé esas prácticas atrás.

Sigo sin ser creyente, pero ya no me meto con las creencias religiosas de las personas, cada quién es libre de encontrar consuelo donde pueda. Sin embargo, cuando vi que el Cristo llevaba proyectada la camisa del Santos, pensé que sólo a un irremediable ateo se le pudo ocurrir la idea de mezclar a un ícono con una marca para que algún sector religioso le diera el telele, pero creo que no fue así, sólo es la máquina capitalista bien engrasada la que nos dio ese crossover.

Espero genuinamente que los aficionados al Santos, sobre todo los católicos, se hayan llenado de orgullo, pues como van las cosas con el equipo parece que será la única alegría que tendrán.