Cyberpunk 2077, un mundo de letras

Una aventura futurista con muchas palabras encima

El estreno de Cyberpunk 2077 viene a confirmar algo que:

a) sospeché en mi primera juventud (en los noventa del siglo pasado)

b) confirmé con la aparición de las consolas que sustituyeron a la ínclita Playstation (luego apellidada One para distinguirla de sus versiones ulteriores), y

c) nunca he consignado por escrito.

Antes de entrar en materia, un poco de contexto.

Cyberpunk 2077 es un videojuego desarrollado por la empresa CD Projekt Red.

Fue lanzado este 10 de diciembre y está disponible en los sistemas de Windows y Sony léase PC, Xbox One y Serie X, así como las Playstations 4 y 5.

Su precio en México, al menos el que maneja la mayoría de los distribuidores, es de 1 mil 399 pesos.

Generó una alta expectativa en el llamado “mundo gamer” porque Keanu Reeves, actor de sagas cinematográficas recargadas de adrenalina como The Matrix y John Wick, además de interpretar a uno de los personajes de la historia, participó activamente en la promoción del juego.

¿DE QUÉ VA?

Te metes en la piel de V, un mercenario que vive en Night City. Buscas hacerte de un nombre a toda costa, lo que implica aceptar encargos de dificultad variable.

En un momento haces de chofer para un cliente que se marcha sin pagarte y al siguiente rescatas a una persona cautiva tras eliminar a hordas de bribones o te ves obligado a enfrentar a mano limpia a un individuo que sufre ciberpsicosis.

Aquí va otro punto de interés de la trama: invertir el dinero que ganas en mejoras cibernéticas.

Por ejemplo, puedes instalarte un ojo de última generación que proporciona información de los objetos a tu alrededor y emplea un programa de reconocimiento facial conectado a la base de datos de la policía (así sabes al instante si una persona en tu rango de visión tiene antecedentes).

El objetivo del juego es conseguir un implante que te da “la vida eterna”.

Sin embargo, hay que tener cuidado con toda la tecnología que te metes en el cuerpo. Existe el riesgo de que tu condición mental se vea alterada más allá de todo remedio y te conviertas en un ciberpsicótico.

Ahora sí, vamos a lo que motiva estas líneas.

PARA DESTACAR

No, no voy a celebrar sus gráficos, ni su jugabilidad, ni la intervención de Keanu Reeves.

Tampoco voy a criticar la simpleza argumental, ni los subtítulos adaptados al lenguaje mexicano con su uso del “chíngate”, ni las largas caminatas que implica explorar un mundo abierto.

Con lo que me quedo es con la enorme cantidad de texto que da sustancia a la historia.

Si quieres conocer a fondo cada aspecto de Cyberpunk tienes que leer las instrucciones de uso de cada item (mejora corporal, arma, utensilios diversos) que se cruza en tu camino y los diálogos con los otros personajes de la historia (a no ser que tu oído maneje con soltura el inglés).

Como generador de contenidos que soy, siempre pendiente de los módulos de lectura del INEGI y sus indicadores a la baja, me siento optimista al pensar que un juego basado en el simple principio de “apunta y dispara” haga leer por gusto infinidad de párrafos a miles de videojugadores jóvenes y adultos.

Es algo en lo que reparé por primera vez tras leer los distintos materiales escritos (notas periodísticas, diarios, memos, oficios, cartas y demás) repartidos a lo largo de los Resident Evil.

Hay, desde luego, un amplio margen de mejora en eso que podemos llamar “literatura de los videojuegos”.

En otras citas con estas líneas abundaré más al respecto. De momento, les dejo un par de fechas del diario del cuidador del videojuego de zombis por excelencia:

16 de mayo de 1998

He oído que han matado a un investigador que intentó huir la pasada noche.

Me arde todo el cuerpo y por la noche me pica.

Mientras me rascaba el brazo se me ha caído un trozo de carne. ¿Qué demonios me está pasando?

19 de mayo de 1998

Ya no fiebre, pero pica.

Hambre y comer comida de perritos.

Pica pica Scott vino.

Feo, matar,

Rico.

4

Pica.

Rico.