Agua Saludable no es opción frente al cambio climático

PRESA FRANCSICO ZARCO DURANGO

En las últimas semanas, el proyecto Agua Saludable para La Laguna ha sido noticia nacional. Se trata de un megaproyecto que pretende construir una presa derivadora en el polígono del Parque Estatal Cañón de Fernández con la intención de potabilizar agua y distribuirla hasta nuestros hogares.

De entrada, la idea es seductora, pues desde la década de los cincuenta hemos arrastrado el grave problema del “hidroarsenicismo”, que provoca graves enfermedades.

Sin embargo, el Gobierno Federal ha hecho una campaña autocrática que no ha contemplado las voces de comunidades, ambientalistas e investigadores que conocen la problemática de las cuencas en las inmediaciones del río Nazas.

Andrés Manuel López Obrador ha acusado de conservadores a quienes comprobaron, mediante peritaje topográfico en mayo pasado, que se planeó realizar las obras dentro de un Área Natural Protegida de carácter municipal y estatal, que además es sitio RAMSAR desde 2008, esto es, Humedal de Importancia Internacional. El uso del área se restringe a lo racional, mas no a lo extractivo.

En entrevista, la conservacionista Amorita Salas Westphal, de la organización Pro Defensa del Nazas, señala que Agua Saludable no propone alternativas frente al cambio climático.

“Lo que debe importarnos es que los mantos acuíferos se recarguen. Vivimos en un desierto y eso no se puede modificar. Tenemos que diseñar estrategias que protejan la seguridad hídrica y proponer un plan de reforestación acorde a nuestro ecosistema para que llueva en la Sierra Madre Occidental, que es desde donde viene el agua y llega a La Laguna por el río Nazas”.

Si los campesinos de las diversas cuencas (alta, media y baja) no pueden conservar su zona, entonces no hay agua en la región.

Tenemos ese problema, pero también otro más importante: la sobreexplotación de los pozos en la Comarca Lagunera, que, como señala Amorita Salas, “no se recargan porque Conagua concesiona sin supervisión”.

Hace un año, los investigadores Wilfrido Gómez Arias y Andrea Moctezuma, de la UNAM, registraron en el estudio «Los millonarios del agua. Una aproximación al acaparamiento del agua en México» el proceso de neoliberalización del agua a partir de 1992 con la Ley de Aguas Nacionales, que facilita la privatización de este líquido vital a través de concesionamientos masivos a privados y sin restricciones.

El trabajo demuestra que 48.7 por ciento del agua concesionada a los millonarios del agua es de uso agrícola. Una parte se destina a agroindustrias. Los intereses de privados son decisivos para comprender por qué el uso doméstico no es el problema principal.

“El arsenicismo tiene que ver con que el acuífero se agotó”, precisa Amorita Salas. “En un año de lluvias regulares entran 538 millones de metros cúbicos al acuífero, están legalmente concesionados 647 millones de metros cúbicos, pero el nivel baja un millón 88 mil. Debiera entrar, por lo menos, lo mismo que se extrae para mantener el equilibro, y controlar la sobre extracción de 440 millones de metros cúbicos no concesionados. Porque también tenemos el problema de los pozos clonados, que con la misma papelería se extrae en otro pozo. Si se construye una derivadora dentro del Cañón, primero, no solucionas el problema de la sobreexplotación, y segundo, el agua se va a desperdiciar por líneas de conducción en muy mal estado”.

Actualmente se pierde 50 por ciento del agua por fugas antes de llegar a los hogares, industrias y comercios. En el hogar se necesitan cuatro litros de agua sin arsénico por persona para beber y preparar alimentos, el resto se utiliza para el inodoro, lavar ropa, regar plantas, etcétera”.

Lo cierto es que se trata de un proyecto en la línea de la neoliberalización al interior de un gobierno que, en el discurso, sostiene oponerse a la lógica del capitalismo voraz del siglo XXI.

Tan sólo el Manifiesto de Impacto Ambiental ha sido elaborado por tres privados: Fro Ingenieros, Seyco e Ingeniería y Gestión Hídrica.

Es evidente que éstos “ignoraron los ordenamientos jurídicos del Parque Estatal Cañón de Fernández que se decretó hace 17 años y que está considerado como Unidad de Gestión Ambiental de Protección tanto en el Programa de Ordenamiento Territorial Municipal como Estatal”, señala Amorita Salas.

De no tomarse medidas urgentes para atender las causas de la sobre extracción, el panorama será desalentador. Toda la economía de la Región Lagunera, incluida la agricultura de riego, se verá severamente afectada debido al estrés hídrico en las presas que se presagia ante los escenarios del cambio climático.

Según estimaciones del Banco Mundial, las prácticas existentes provocarán un déficit del 40 por ciento entre la demanda y la disponibilidad del agua para el 2030. El 70 por ciento de la extracción de agua en el mundo se destina a la agricultura.

Foto de portada por Enrique Téllez, vía Wikimedia Commons

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